jueves, 14 de julio de 2011

¿Jesucristo fumaba marihuana?

¿Fumad y comed todos de él?
El uso de las drogas, es tan vieja como la religión misma, sobre todo en cuestiones rituales, y aunque nos han hecho creer lo contrario, tal parece que la religión cristiana no fue la excepción, pues investigadores norteamericanos vincularon a Jesus y sus milagros con el uso de la marihuana.

Un artículo publicado en la revista High Times con la autoría del investigador Chris Bennet sostiene, basado en un profundo estudio de las sagradas escrituras, que Jesús y los apóstoles podrían haber utilizado un aceite curativo que contenía cannabis. El texto no pone en duda los milagros relatados en el Nuevo Testamento, pero supone que es posible que para ello se ayudaran de sustancias con un efecto médico psicotrópico, además de la misma fe que los creyentes depositaban en Cristo.
Según otros especialistas, como el investigador Íñigo Montoya de Guzmán, el orígen de la religión judía, es decir, la cultura hebrea, es un sincretismo de varias culturas y por lo tanto sus prácticas rituales fueron influenciadas por culturas vecinas como los egipcios, los fenicios, los babilónicos, los asirios y los escitas, los cuales conocían y utilizaban la cannabis como algo ritual y sagrado, algo que lleva a pensar que los judíos la utilizaron también.
Se piensa que incluso en el Antiguo Testamento hay menciones del uso de esta droga, pues a partir de estudios etimológicos, determinaron que la palabra para el cannabis es kaneh-bosm, en hebreo tradicional Kaneh o Kannabus. En muchos idiomas antiguos, como el hebreo, la raíz Kan tiene el doble significado de “caña” o “cáñamo” y Bosm significa “aromático”, es decir, caña aromática.
Lo que la Biblia describe en la parte del éxodo en su versión original hebrea, como el aceite sagrado para la unción de los enfermos, contenía más de tres kilos de este kaneh-bosm, un extracto de la marihuana, mezclado además con aceite de oliva y otras hierbas perfumadas; y en la época de Jesucristo, en que la epilepsia era atribuída a una posesión demoniaca, curar a alguien con esa enfermedad, aunque fuera ayudado con hierbas, era considerado milagroso.

La cannabis tiene efectos curativos en el tratamiento no solo de la epilepsia, sino también en enfemedades de la piel, en problemas de visión y en dolores menstruales; por lo que se puede suponer que las enfermos de principios del primer milenio, eran empapados con esta mezcla, y una vez untado sobre la piel, el extracto era absorbido por el cuerpo, ayudando a la cura de problemas mentales y físicos.
Estos estudios, obviamente, son rechazados por agrupaciones cristianas, quienes aseguran que “Jesús es muchas veces la última esperanza para aquellos a quienes los fármacos no funcionan”.
Seamos o no creyentes, valdría la pena reflexionar respecto a la satanización social que recibe esta beneficiosa planta, y a su actual situación legal, que si bien en exceso puede causar daños a la salud, es causante de un mínimo de muertes anuales, comparado con las producidas por el consumo de tabaco o de alcohol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Follow @El_KUKI_trinida